ara continuar con mi deseo de ofrecerles algunas directrices para la preparación y efectiva presentación de sus escritos, he decidido en esta ocasión hablarles de la introducción y aproximarlos a una acertada manera de presentarla, consciente de que una de las dificultades que encara el autor de un artículo científico es la forma como debe redactarlo para lograr que su mensaje sea comprensible y responder al lector que, cada vez con más frecuencia, desea un producto de la mejor calidad, con una información clara, precisa, escrita correctamente y ajustada a sus intereses particulares.
Para iniciar, quiero referirme a la introducción como la parte que hace la apertura del artículo, que ambienta y dirige al lector en su lectura; así mismo, le da significado y sentido en la medida que informa el tema a tratar, define el problema de investigación, presenta los antecedentes que fundamentan el estudio, define los objetivos, destaca el valor, el por qué y la utilidad del trabajo realizado. En pocas palabras, la introducción permite reconocer el contenido que ofrece el autor.
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